«la madrastra sus deseos: y el enamorado mal contento por las platicas desdenyosas de su senyora que muy lexos de·los termjnos deseados lo remetian: que sola vna ymaginaçion de muerte lo reseruara: que la husança de·las discretas senyoras es tal que con desfauores y desdenes prueuan la firmeza y amor de·las personas que aman por que en·las eleçiones que azen no yeren. Y tal pensamjento con el querer azia al enamorado en·los»