«el recebidor de tus seruicios te da tu grande fe y desconocimiento suyo sin que otros yerros cometieras te deuieran matar: y ell ya aqui en tu presencia venido mira quan aconsolada te dexa y te enbia a·la tierra do veniste muy prospera de amor del tu amante senyora mas que nunqua te vehes hoy: tu corona de limpia castedad entera honestidad de honestas y otras muy infinitas cosas que en te dar lohor son tuyas. Pues»