«tan alegres vos seguiriamos agora y mucho mejor que las otras vezes: mas estan como sabeys en·la voluntad de nuestro Señor: y despues tan en antojo de·los capitanes y de·la fortuna: que a·las vezes do pensays acabar ahi se os descubren mas comienços que no cabos: y por esso fue tan loado aquel dezir de·la viuda romana: que requeria al Trajano que le ministrasse justicia: y el emperador le dezia»