«de·la continua y angelica guarda. Ende fuemos todos aconsolados por gran alegria viendo que despues de tantos peligros hallamos el fin de nuestro camino tan desseado: que ya quedaua solo el boluer alla los ojos a nuestras tierras donde partimos. § Despues acabada ya nuestra oracion y hauer comido con mucho gozo tendimos los ojos para ver las tierras circunuezinas: y nos parecia que solo sacado aquel desierto por donde passamos todo lo al era enderredor ceñido»