«visto a que sus sentidos la fuerçan ygualmente con aquella de sus passiones restituyda ningun otro tiempo de folgança recibe, ca donde le conujene buscar el reposo falla la contradicion, e donde la contradicion la pena, e donde la pena la confusion que dentro sus sentidos que haya ningun remedio la consiente dar orden, no ayudada pues a sus plazeres mas esforçada a sus passiones, non consejada del seso mas menaçada del temor, llamaremos»