«Alfonso vencido de tantos ruegos assi del padre sancto como de·los esclareçidos reyes de Francia y de Inglaterra fue contento: y le plugo de soltar al rey don Carlos el segundo: con que le dexasse en rehenes los dos infantes sus fijos y siete varones de·los mas principales de Napoles y de Prohencia: y se obligasse con juramento de bien y lealmente trabajar por tratar la paz del papa con·el rey don Alfonso: todo»