«como stiercol. E la plata: e el oro no los podra escapar en·el dia de·la furia del señor. Entonces se mostrara el engaño del mundo: e el prouecho de todas las riquezas. O quan dulce: e quan alegre cosa sera entonces haber aborrecido el mundo. E quan triste: e quan amarga hauer lo amado. Esta sentencia otrosi se dara por juhez: que por ningunos ruegos se corrompera: ni»