«la basca de·la muerte que de ver su enamorado tenja: no cesaua de buscar con furja grande lorando los rjncones de·la cama. E asi pasando este dolor stremo le vino subitamente como por vn remedio: vn dulçor acompanyado con vna deleytosa sperança: que casy dormjendo le pareçio que besando le los piedes y manos ber·la aquel que mas que a su vida amaua senyor suyo que le dezia. Aconorta·te senyora mya y»