«de Hieremias en·el primero capitulo. Todos sus perseguidores la prendieron. Onde dize sant Joan Crisostomo en·el libro del Reparo despues de·la cahida despues de·la cahida. Piensa en aquellos sieruos: e espantables ministros de·las penas: los quales echan a·los peccadores a·los eternos tormentos. E dize Hugo de Sancto Victore. Los tormentadores terribles: que nunqua han piedad: estaran aparejados para que luego ( dada la sentencia ) a ti damnado rebaten: e lieuen a·»