«al campo salistes: quan pocos quando a ganar començastes: quantos miedos los que vencistes: y como y quan en breue allende de toda esperança tantas fuerças y castillos entrastes: no hay cosa me pareçe que no deuays enprender. Sy mirays al fauor que nuestro Señor vos dio al socorro de su fe: al esfuerço de vuestras diestras: mas a·la prueua de·lo passado que siempre vencistes mejor que pensastes: siempre ganastes mas»