«de andar alla donde a vos plazera. El señor la dexo andar, e quando aquesta fue a la su camara, de continente se saco los ojos, e luego fizo llamar aqueste señor: pues que tu eres enamorado de·los mis ojos, ves los aqui, faz d·ellos lo que quieras. E asy el señor se fue todo turbado e atribulado; e la monja quisso saluar su virginidat perdiendo los ojos, segun»