«dichas y otras infinitas no las podeys empeescer porque puede mas vuestra maldad y porfia que nuestra virtud buscays rodeos para danyar nuestras famas: y contra nuestras moradas sin ver aquella a quien mostrays querer a·las paredes o finestras enamorays con stranyos senyales y enganyos y remiramientos: por donde ahun que alli no este persona alguna fingiys que la veys: y como que responde a vuestros auctos y malicias: a·fin de dar lugar a·los»