«muchos caualleros: y dexada parte de·la gente en·el cerco: porque ni los suyos afloxassen si rebato quiça les diessen ni los de·la ciudad cobrassen coraçon y se touiessen por descercados: y se ayuntassen con·los enemigos podiendo libremente salir se al campo: y peleassen quiça peor que los otros: mando mouer sus batallas para contra los moros: llego en·este medio el noble y valiente cauallero don Fortuño de Liçana que antes deximos que»