«le hauia muerto al arçobispo de Tarragona mensagero suyo para el sancto padre no pudo detener se a que en son de muy enojado no le dixiesse: marauillado estoy de vuestro tan grande atreuimiento don Guillen Ramon que teniendo os por enemigo y por tan desterrado de toda mi señoria osays pareçer me delante: querria saber en que se funda vuestra tanta y tan enojosa presumpcion? Respondio el buen cauallero: çiertamente señor conozco que vuestra señoria tiene mucha»