«tal pena y fatigua delibre. Mas apenas el tal preposito huuo fin, la soledat enemjga de·los enamorados los quales aquella con gran diligençia açeptan: pensando por medio suyo cobrar salut: y ellos en medio de sus enemjgos se fallan: porque las ynmaginaçiones y pensamjentos contrarios a·sus deseos, sin compasion ofenden mas: a·qujen es de consolaçion digno: mas yo sigujendo aqueste maraujlar que fue la causa que por hun solo ver»