«a lo que te so obligada quisieses que te pagasse, con los agudos dientes y ayradas manos te espedaçaria, y no podria yo puesto que te matasse aquella vengança tomar que medio satisfecha quedasse. No creas Cupido que enemistat tan grande criatura vmana te tenga, si tu no la mesclases, mas tu no puedes tanto penar como de pena nos deues, pero si mj enemjstad fuese sola la que te siguyese, no me esforçaria»