«las humanas fortalezas en virtuosa paz. Cabdelladas por perseuerançia entendida por Hercules e guardadas por Atalanta entendida por humilldat. Estonçes el ynico e maligno puerco del cuerpo syntiendo el espiritu que le contradize se leuanta e sale al camino enflaqueçiendo el buen proposito e rindiendo jnpossibiles las vias del bien beuir spirituales con los dientes agudos del abito viçioso llagando los liuianos cauallos de·la virtud corrientes por el pungimiento de·las espuelas del ferviente deseo e reglados o»