«los tristes coraçones que en los muy alegres los desastrados casos y enoios lorosos. Quita te ya pues Pamphilo de mi vista y la muerte que no me diste dexa me la tomar: porque si los mis malditos oios enganyados del amor y occupados en tus desseos se deleytan en ver te no me plaze ni la quiero esta gloria recebir la: porque todos son agrauios del coraçon y de·la alma que se siente del menosprecio de»