«de·la ciudad de Cuenca: en·el qual el no podia detener se porque le occurrieron de grandes necessidades: y assi le houo de rogar como a principe cristianissimo que le pluguiesse por seruicio de Dios principalmente y por ensalsamiento de·la fe y por mas derribar la tan vil y condenada seta de Mahoma quedar en su logar en·el çerco: y tanto continuar·le fasta que ganasse la ciudad. Y assi el magnanimo y catholico»