«curemos de sus fablas blandas: porque la alabança de si mesma non paresce bien en·la boca suya. Las quales cosas oydas: la rana enuergonçada e escarnescida su sabiduria de que se alauaua partio de entre ellas. Enseña esta figura que non es de creer ligeramente a aquellos que se alauan e dizen que saben muchas cosas mas antes es de guardar d·ellos: assi como de·los alquimistas los quales comunmente ellos andando fambrientos e»