«ya la hora que el rey bienauenturado esperaua morir mando embiar a llamar su fijo el excellente y esclareçido infante don Pedro: que ahun entonce los primogenitos no se llamauan como agora principes: y venido en Aljezira donde jazia entonce doliente y para se finar el serenissimo rey su padre llego a el y beso·le las manos: el rey entonce boluio los ojos para el y dixo le: fijo mio sabed que me voy para Dios»