«que coruptamente fedia, e el ermitaño començo·se fuertemente a estrenir las narizes, e el angel ninguna cosa non se curaua. E andando mas adelante fallaron vn jardin en·el qual avia gran multitud de donas. Entre las otras avia vna que era muy bella, vestida de muy ricos vestidos, e fazia actos muy señalados de vanagloria; e el angel alli se estrenia fuertemente las narizes, e el ermitaño se fizo gran»