«miras en los tuyos. Empero ninguno de nosotros piensa en tales peligros: bienauenturados luego nos tenemos si esta cura tal conseguimos si la dignidad pastoral cobramos. En esto anda nuestro pensamiento noches y dias: es consentimiento malo entre todos que ya por estos nuestros obispados no se acontentan de litigar empero batallan: no solo contienden mas a puñadas ahun los parten: esto he juzgado ( segun yo creo no injustamente ) ser mas detestable porque»