«de sus oios me dixo que a su Panphilo buscasse: al qual extensa memoria de sus passiones le hiziesse reptando le sus errores como aquell que no ser amado mereçe. Y pues la senyora Gradissa en sus fauores me enuio y era ya venido el tiempo de·los hauer menester que agora quiere ver mis desseos quanto cobdiciauan sus seruicios. Y por mas atraher me a piadat de sus quexos con çelozos y llenos los oios de lagrimas»