«la cola, e por aquella ocasion han la cola pelada. E non pudiendo·los vender torno·se con los asnos al monesterio, e vn conpaño suyo que fue con el lo acuso al abat, e el abat enbio por el e començo·lo a reptar fuertemente de aquello que avia dicho en·el mercado. E el monje respondio diziendo: crees que yo sea venido aqui por engañar a otri con bestias?, çierto,»