«dezia asy: aquel que non refrena la su voluntad non es ome, antes a las vestias se deue conparar. Oyendo esto el rey Piramo, quiso prouar si lo podia fazer ensayar en qualque manera, por que enbio por Guardia e por aquellos que el conosçia que avian la peor lengua de dezir mal que se pudiesen fallar, e hordeno que cada vno le dixese lo peor que pudiese. E el primero le dixo:»