«ay de·los lobos. E oyendo el clamor los que eran en·la comarca: dexando sus labores venian a·lo socorrer: e non fallando ende lobo alguno: tornauan se para sus trabajos: el pastorcillo ponia algunas escusas deziendo que los lobos avian fuydo por partes non manifiestas. E como aquel moço uviesse fecho esta bulrra e juego muchas vezes: vn dia verdaderamente el lobo entro entre sus ouejas: e assi començo a llamar»