«la cabeça. La segunda por que la orina non quemasse los pies. La tercera e final que el fedor de·la orina non empeciesse a·las narizes e en orinar andando me guarde de tres dapños. Entonces dixo Ysopo satisfecho me has. E llegando el philosopho a su casa dixo a Ysopo: queda te aqui ante la puerta vn poco entre tanto que voy al estudio: e a·tu señora fable de ti: dixo»