«don Remiro que los amenazaua de muerte: o aleuosa maldad y quantas confusiones espantos y turbaciones trahes contigo: hauido entre si su negro consejo acordaron los condenados hermanos de buscar qualquier espidiente por no entrar en campo con tan especial lança: quanto mejor fuera proueer lo primero: monta que por escapar de las manos del cauallero escapan de las de·la infamia: para siempre moriran sus nombres: y mas para siempre viuira el de su»