«dixo le el señor. Di me scelerado tacaño sin verguença de tal manera me acatas: e tan poco me temes: que los figos que estauan en·la despensa guardados para mj ayas tenido osadia de comer. El Ysopo non podiendo responder a·las palabras del señor por tener la lengua tartamuda estaua temeroso: e el señor mando lo desnudar. Mas como en astucias e cabillaciones fuesse agudo: penso que por aquellos que presentes estauan»