«el çielo, nin tengas los ojos fincados faza tierra, ni mueuas los labrios feamente, ni arrufar las çejas, nin mouer mucho tus manos, nin sea en ty ningun meneo retraedor, syno gentilmente fablar, e aspaçio guardando media via; que en fablar no deue ser ninguno apresurado qu·el Apostol dize: el bel fablar es a oyr, e tarde responder, e a salir; que Salamon dize: como tu vees»