«eran los moros y tan grandes las feridas que no pudo el rey tener se ya de pies: y antes que los suyos llegassen houo de caher. No se pudo ni asaz encareçer ni dezir la dolor mortal y esquiuo llanto que fizieron todos sus caualleros: quando vieron su rey tendido en el suelo: y tan alançeado y ferido que todo era llagas de muerte: y lo que mas graue y enojoso les fue pensar que»