«entre los cristianos. Fueron luego nuestros tan siempre tan augustos principes españoles y a juyzio mismo de·los mismos ytalianos que siempre por inuidia nos fueron tan enemigos que dissimularon quanto podieron: mas escondieron a mas no poder las excellencias de nuestra España: fueron y a pesar de·la inuidia que lo quisiera y todo callar si podiera: no solo cabeças del imperio de Roma: y si de Roma de todo el mundo: que todo»