«de·la cabeça: assi no passara vn momento de tiempo, del qual no se pida cuenta. O quanto temia esto el bienauenturado Anselmo en sus Meditaciones, diziendo. O leña seca e sin prouecho: digno del eterno fuego: que responderas aquel dia quando te pediran cuenta de todo el tiempo de tu vida, que te fue otorgado: como lo has gastado, fasta vn cerrar de ojo. Por esso dize el Sabio»