«comer de·los pecadores conuiene saber el tan crudo tormento de·la perhenal muerte. Viuirian entonces para la muerte: pues que son muertos para la vida. E dende dize Bernardo en·el .v. libro de Consideracione al papa Eugenio. Yo me espanto de aquel gusano mordiente: e de·la muerte: que siempre viue: e miedo he de caher en·las manos de·la muerte: que viue: e de·la vida que muere»