«Benito el octauo le fueron embiadas con solempnes mensageros las insignias reales que son el ceptro y la corona: que por ser por mano del sancto padre consagradas y embiadas con tanta solempnidad y magnificencia son las mas altas y excellentes insignias reales que por hombres se pueden dar ni alcançar. Porque dadas por el primer titulo y soberana dignidad del mundo que es el papa y assi como en las reales insignias tomo ventaja a todos los reyes»