«que aca nos promete immortalidad de fama: y en·el cielo de gloria. Oyan por·ende los principes tan heroycos de nuestra cristiandad: oyan las fazañas tan virtuosas y grandes de nuestros pujantes reyes famosos: y a enxemplo a·lo·menos de sus cristianissimas y tan fazañosas virtudes: despierten y trabajen por les siquier parecer: oyan las vozes que de parte de·la virtud les damos: oyan quan estrechamente de parte de·la fe»