«la immortalidad del alma tenia: y desseaua que alguno llegasse que supliesse lo que el no alcançaua: otorgaua el Aristotiles que al valer de·la virtud escasso y estrecho le era: qualquier fauor y gloria: que la fama le procurasse: que galardon para ella en·el mundo no le hay: saluo escasso y mendigo. Dictaua la razon y dicta que ni el bien deue passar ni el mal sin recebir lo que tiene merecido»