«ende se diga y se confiesse que la victoria del cielo nos vino: como tan pequeña hueste y compaña de caualleros en otra manera pudo resistir al enemigo tan poderoso touiendo la cerca ya en su mano si el diuino fauor no llegara? Como en tan poca tardança de tiempo tal muchedumbre de infieles caer pudieron si el angel de Dios no les matara? Houo tantos cuerpos ende tendidos tan bien adreçados que mas parecio ser hecho en»