«ya ninguna cosa entiendo que os es grande: ninguna demanda difficile. Porque al grande coraçon animoso: todo le pareçe poco: todo se le faze ligero: tanto que razon lo acompañe: tanto que la virtud lo fauorezca y atize: quanto mas poniendo ante los ojos aquel a quien seruimos: aquel de quien confiamos: aquel cuyo fauor en siempre vencer sentimos: que es Dios nuestro señor. Mirando su nobleza su poderio su»