«la propia naturaleza por sus debdos y sangre: mas por sus mismas personas y vidas: y por la gloria de su dios que es mucho mas: por el que tantas victorias les hauia siempre dado: yuan tan fauorecidos y alegres de·la tan cierta y rica esperança del siempre vencer tan acompañados del zelo de la fe del feruor de·la caridad que Dios era con·ellos: entraron por·ende con tanto denuedo que luego en»