«que hay en la corte. Los infantes entonce espantados y corridos de tantas y tan justas razones no pudieron saluo vençer·se y confessaron le muy de secreto su fecho: mas dixieron que les parecia muy graue y muy feo que fijos de tan gran emperador se houiessen a desdezir. A esto respondio el santo abad que quanto les seria peor auer se a desdezir en·el campo que en secreto: y ante su padre y madre»