«la desauenturada senyora, puse el caso en tal extremo conduzido, que escassamente lo pueda el entendimjento apercebir si d·enamoradas experiencias no es consejado, el qual en tal estremjdat confiesso non ser possible durar, sino que es forçado o con paz de sus sentidos obedeciendo al desseo, o con el temor la muerte siguiendo, se ponga fin a tal guerra, vos faceys bien non consentir al presupuesto que ygualmente aman, que con sentido»