«suya a casa de vn cauallero delibero yr: y llegada ay con seguro serujdor por el amigo y enamorado enbiara: e vistos aquellos por ella con tan graçiosos abraços y besos fueron reçebidos que mj lengua careçe azer la forma de tal relaçion. Dando la carta al enamorado le dixo. El spanto de·la soledat con·el recuerdo del danyo que atendia me daron tal penytençia que apenas pudo dezir yo ser aquella madrastra tanto amada de»