«carro: y luego llegando el viento muy bueno le encomendamos todas nuestras velas sulcando los mares y por algun tiempo fue nuestro viaje alegre y presto: despues andouimos con vientos contrarios agora siguiendo el drecho camino despues por sus fuerças echados en otras malas trauiessas segun el costumbre del mar comouido: y por esta forma supimos parte con la espiriencia de·los peligros que los mareantes contar muy bien pueden si escaparen: por que stouimos ya ocho»