«que labrador simple mirando los estrados de damas en las casas reales, alli ni los pies a la reuerencia ni la lengua a la palabra no tubieran manos, y en tan grand trabaio se hallaron alli los nuestros castellanos galanes como los del jnfierno oyendo la musica del çielo, asi pues todas las cosas mas primas que a los coraçones puedan contentar aquellas gentes las hazian meior que nengun alto pensamyento las podria pidir porque sola vna tristeça»