«justo y muy razonable que Dios embie terrible sentencia sobre nosotros y nuestros pecados: por que de·lo dicho vienen ya tantas calamidades al pueblo cristiano fambres pestilencias batallas amigas y enemigas como a todos es conocido. Queremos la gloria de solo el nombre siendo pastores y en la verdad somos ydolatras y simulachros de todos aquellos que preferimos y gouernamos: permitte ya Dios que nos descalabre leon de·la selua lobo a·la tarde que nos destruya»