«en·la omelia dize. Que lengua abasta a exprimir, o que entendimiento a comprender quantos sean los gozos de·la ciudad sobirana: star presente en·los choros de·los angeles: e ver los bienauenturados spiritos de·la gloria del creador: e ver presencialmente el rostro de nuestro señor Dios. E ver esso·mismo vna lumbre que no se puede comprender: no temer la muerte: e gozar del don de·la incorrumpcion para siempre»