«bueltos con tanta victoria y sin perder ni vn peon dieron grandes gracias a nuestro Señor por el tan venturoso y noble comienço que les hauia otorgado. Repartieron el ganado por todo el real: descansaron refrescaron comieron y gozaron con el rico despojo que de pan y vino y de·las otras prouisiones de Mallorcas de Valencia y de Barçelona les enbiauan cada dia mas de quanto comer no podian: el rey entonce mando llamar sus caualleros»