«que la enamorada voluntat reçebiendo de·la sperança sus deleytosos frutos: con demasiado querer sigue los fines d·aquella. E con este tan justo sperar sus dulçes pensamjentos creçen: y reçiben por aquel sus sentimjentos vn nueuo gozo: que dispone el corazon en poder poseer lo que sus deseos desean: y con sta obligaçion de serujçios con voluntat firme ofreçidos podra traspostar. En·el catiuerjo suyo quien supo poner a el a azer a·»